viernes, 9 de diciembre de 2011

Reportaje





La Responsabilidad Social Empresarial es él: “Hacer negocios basados en
principios ético y apegados a la ley. La empresa (no el empresario) tiene
un rol ante la sociedad, ante el entorno en el cual opera.
La RSE no es una cultura de la filantropía, no se busca que las empresas
se conviertan en obras de beneficencia, ya que las empresas están
hechas para ser rentables. Esto implica que las empresas adopten una
postura activa y responsable en torno al impacto de sus operaciones.
Esta cultura es una forma de hacer negocios que le garantiza mayor
sostenibilidad a lo largo del tiempo a la empresa y crecimiento
económico.
La RSE es el rol que le toca jugar a las empresas a favor del Desarrollo
Sostenible, es decir, a favor del equilibrio entre el crecimiento económico,
el bienestar social y el aprovechamiento de los recursos naturales y el
medio ambiente. Este equilibrio es vital para la operación de los
negocios. Las empresas deben pasar a formar parte activa de la solución
de los retos que tenemos como sociedad, por su propio interés de tener
un entorno más estable y próspero.
El objetivo principal que persigue la responsabilidad social empresarial
radica en el impacto positivo que estas prácticas generen en los distintos
ámbitos con los que una empresa tiene relación, al mismo tiempo que
contribuya a la competitividad y sostenibilidad de la empresa.
Las empresas tienen la responsabilidad de conocer el entorno en el que
operan. Deben tener un claro conocimiento de todo lo que rodea su
empresa, no solo en términos geográficos, sino en términos del conjunto
de reglas, leyes que rigen su operación, y todas las actividades
relacionadas directa e indirectamente con la empresa.
La empresa puede orientar sus prácticas responsables hacia el interior de
la empresa o hacia fuera de la empresa. En cada caso ya sea interno o
externo, existen diferentes públicos interesados hacia donde puede
focalizar su acción.
Algunos públicos interesados están a lo interno de la empresa, como lo
son los colaboradores, accionistas, y la alta gerencia por ejemplo. A lo
externo de la empresa, encontramos a los proveedores, clientes, y la
comunidad en general.
Delimitar el impacto interno y externo que tiene la empresa es
fundamental. Es así entonces, que nace la pirámide de la
responsabilidad social empresarial. La pirámide es una herramienta que
ha sido creada con el propósito de ayudar a las empresas a definir las
áreas de acción en términos de responsabilidad social empresarial. Es a
través de la pirámide que las empresas forman criterios para priorizar
políticas de RSE.
En el área interna, estas prácticas están enfocadas en valores y
transparencia que definan el actuar de la empresa, e inciden
directamente en los actores internos (colaboradores). Las prácticas
externas están vinculadas a toda la cadena productiva (proveedores,
consumidores / clientes) Además, abarcan temas como el respeto al
medio ambiente, las comunidades que los rodean y al Estado.

La empresa socialmente responsable debe serlo en principio desde su
interior porque su principal responsabilidad es con sus colaboradores, que
finalmente son los que hacen posible el negocio.
Así mismo es importante resaltar que las acciones externas con la
sociedad y otros, aunque son las más visibles, no hacen que la empresa
sea responsable con la sociedad si no ha cumplido la RSE a lo interno.
Son dos razones las principales, y la primera es que ese tipo de acciones
no incrementan directamente la productividad de la empresa por lo
tanto no contribuye a largo plazo a su competitividad y sostenibilidad. La
segunda, desde el punto de vista de imagen, es que los efectos de las
acciones a lo externo de la empresa contribuyen muy poco si no son
respaldados por las acciones a lo interno. En cierto sentido no es legítimo
que la empresa se quiera proyectar hacia fuera como una empresa
responsable socialmente, si a lo interno no ha cumplido con las
condiciones necesarias.

La Responsabilidad social empresarial.

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